Anoche, fuimos a la parte de Madrid donde
se queda el famoso Banco de España. Dimos una caminata por la noche en esa área para
ver lo que había. Después, decidimos
cenar en un restaurante “Palacio Cibeles”, que tenía vistas preciosas de la
ciudad de Madrid. Por la noche, Madrid
es aún más bello que honestamente no hay palabras para describirlo. Soy un hombre de la ciudad, pero el sentir de
esta ciudad no es como otra que he conocido.
Tiene su propia magia madrileña. Para llegar a la residencia, tomamos un
autobús que se llama “El Búho,” cuyos servicios empiezan a las 23.30 de la
noche y terminan a las 6 de la mañana.
Madrid por la noche (a la izquierda)
Esta tarde, Estefanía y yo fuimos otra vez a la Plaza de Sol para almorzar. Pedimos las famosas patatas bravas y después me comí una ensalada con queso de cabra. Qué ricas estaban! Después, exploramos un poco más la ciudad y las preparaciones para el desfile del orgullo gay. También encontramos el kilómetro 0, que marca el punto donde todas las carreteras empezaron a partir del año 1950. He puesto aquí algunas fotos de lo que Estefanía y yo comimos hoy.
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